- Las aristas del alma...
Con el suave tacto del río
las piedras pierden sus cantos
cortantes e hirientes,
y van lentamente adornándose
de suaves redondeces
de comprensión y complicidad
con el cauce que las soporta
y la brisa que las acaricia.
Acabarán siendo cantos rodados
que se dejan llevar y acompañar
por corrientes suaves
y nuevos hábitos;
hasta por las dulces brisas
cuando ellas se lo suplican
con capaces de ponerse a rodar.
También nosotros
necesitamos erradicar
las aristas del alma
para poder sentir la caricia
de las voces amigas.
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JUAN PABLO
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Esas voces que aminoran
de nuestras almas las aristas
como las ramas quebradas
que el rio miran desde arriba.
Queriendo abrazar la corriente,
llegan hasta la misma orilla.
Y frente a ella se recrean
disfrutando sus maravillas,
con ese rayo del sol,
que atraviesa presuroso
la rama cálida, o dolida.
Y entre el agua y el gozo
hacen su nido airoso,
y ellas, esas ramas pequeñas
que de su árbol quebradas,
se hacen del rio aliadas.
Y se mesclan disfrutando,
entre sus piedras y aguas
y juntas forjan su morada.
Como lo hacen los humanos,
cuando se tienden su mano...
Tratándose como hermanos…
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Francis Falcón..
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